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Esta temporada hay muchos equipos atractivos dentro del panorama futbolístico europeo, con objetivos variados, pero con vistas a hacer grandes y sorprendentes temporadas. Nos estrenamos con el nuevo Niza de Galtier, que, después de ganar la Ligue 1, llega al equipo de la empresa INEOS para resucitar las esperanzas de la petrolera de plantar cara al PSG.
LA TERCERA OPORTUNIDAD DE INEOS
A la tercera va la vencida, o eso dicen. Y en el Niza, y concretamente sus dueños, INEOS, parecen ser fieles seguidores de este refrán. Desde que hace dos años aterrizaran en el club, su apuesta por ser una alternativa a los Olympiques, el Lille, y, como no, el PSG ha sido clara. Su primera apuesta de proyecto, Patrick Vieira, cosechó grandes avances en su primera temporada. Con la adquisición de Dolberg a mediados de año incluida, lograron meterse en Europa. Sin embargo, la recesión fue clara en la 20/21. Los planes de un fútbol atractivo y de toque, apostando por la juventud y los planes a futuro siguieron latentes, y con un Vieira muy bien valorado por los diversos sectores del club.
Aun así, los resultados no acompañaron el curso pasado, dejando el exjugador del Arsenal el club a mitad de curso. Ursea fue su sustituto, pero apenas pudo recolocar al club en la 9ª posición.
Este año, de nuevo, vuelve la estrategia del all-in. Han apostado por Galtier en el banquillo, flamante artífice del triunfo del Lille en la última Ligue 1. Su experiencia dirigiendo plantillas jóvenes parece haber sido clave para seleccionar un proyecto por construir, pero con grandes piezas a su disposición.
De cara a la ventana de fichajes, la ambición ha sido máxima. En esta estrategia de refuerzo, el mercado neerlandés ha sido una piedra angular sobre la que construir, con la llegada de Calvin Stengs, Pablo Rosario y Justin Kluivert.
A ellos se suman Todibo, Mario Lemina y Bulka, arquero del PSG.
Para más inri, jugadores como Dolberg, después de realizar una solvente Eurocopa, o Gouri buscarán dar un paso al frente.
Galtier ha conseguido ajustar su modelo a los jugadores que ha encontrado en la plantilla, y potenciar este mismo estilo con las incorporaciones. Pese a que en fase defensiva se muestra sólido su bloque, cuando se trata de construir la jugada este conjunto ha enriquecido mucho sus recursos. Sin dejar atrás la verticalidad característica del técnico, los recursos técnicos de algunos de sus jugadores le han permitido mutar y adaptarse aún mejor a esta aventura.
¿CÓMO JUEGAN?
Con apenas dos jornadas disputadas ya por el equipo de la Águilas en la Ligue 1, se evidencia que la incorporación de Galtier venía acompañada del estilo inherente al ex del Lille.
El campeón de la 20/21 fue destacado principalmente por la solidez en fase defensiva, sin dejar huecos apenas para aprovechar errores o dominar a través del juego directo. Y el cambio que ha dado al Niza Cristophe Galtier ha quedado claro. En el último encuentro se encargó de golear por 0-4 al propio Lille, resaltando las actuaciones de Gouri y Todibo, además de un doblete de Dolberg. Una de las claves del choque radicó en la buena labor de construcción y contención del doble pivote del sólido 4-4-2, conformado por Mario Lemina y Pablo Rosario. EL ex del PSV desplegó una gran ristra de pases acertados, buscando profundidad y haciendo válidas las posesiones de los rojinegros.
Todo y con estos refuerzos y ajustes tácticos, el XI tipo que podría establecer a lo largo de la temporada el técnico galo es el siguiente:
SU FIGURA CLAVE
El Nice es un equipo formado por muchos jugadores interesantes como Dolberg, Todibo o Atal, pero el jugador más determinante de todos (al menos en nuestra opinión) es el joven delantero franco-argelino, Amine Gouiri.
Él no es un 9 clásico, sino que es un punta móvil que se mueve bastante por todo el terreno de juego para participar en el transcurso del ataque y arrastrar a los rivales. Además también es un jugador que a pesar de no ser muy imponente físicamente, es capaz de ganar duelos apoyándose en su buena técnica y tiene buen disparo desde mediana-larga distancia.
A pesar de esto, posee un amplio margen de mejora en aspectos importantes como el último pase y algunas definiciones en los últimos metros, ya fue capaz de ser importante el año pasado anotando 12 goles. En el Olympique de Lyon cada vez se arrancan más pelos maldiciendo su pésima gestión al dejarlo escapar por unos 7 millones, que ahora, parecen de todo menos suficiente.
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